Perder peso no solo puede ayudarle a vivir más tiempo, sino también a disfrutar de una vida más saludable. Para muchas personas, esto no es fácil. Pero no tiene que ser una tarea abrumadora, y puede obtener beneficios para la salud incluso si solo pierde 10 o 15 libras.
Casi un tercio de los estadounidenses son considerados clínicamente obesos, con un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más. Con esa designación viene una serie de posibles problemas de salud.
Las personas que son obesas tienen un mayor riesgo de una amplia gama de enfermedades y condiciones, incluyendo:
- Presión arterial alta
- Diabetes tipo 2
- Enfermedad cardíaca
- Derrame cerebral
- Colesterol alto
- Apnea del sueño
- Osteoartritis
Es posible que tenga 50 libras de sobrepeso. Pero eso no significa que necesite perder todas esas 50 libras para obtener los beneficios de la pérdida de peso.
Antes de comenzar, comprométase con su viaje de pérdida de peso. Puede escribir las razones por las que desea perder peso. Tal vez le preocupe la diabetes o el historial de enfermedades cardíacas de su familia. Quizás solo quiera usar ropa diferente. Tener una idea clara de por qué quiere perder peso puede ayudarle a enfocarse.
Con eso en mente, veamos algunas estrategias que pueden ponerle en el camino correcto.
Establezca metas realistas: Si necesita perder 50 libras, no piense que las perderá todas en tres meses. Divida sus metas de pérdida de peso en partes manejables. Comience con una o dos libras por semana, con una meta general de perder el 5 por ciento de su peso. También piense en cómo va a alcanzar estas metas.
Coma de manera más saludable: Una parte significativa de su pérdida de peso (aproximadamente el 80 por ciento) provendrá de la nutrición y la dieta. Así que, lo más importante que puede hacer es enfocarse en reducir la cantidad de calorías que consume. Pero eso no significa que no pueda disfrutar de sus comidas.
Intente comer al menos cuatro porciones de vegetales y tres porciones de frutas cada día. En lugar de granos refinados, consuma granos enteros. Busque grasas más saludables (como el aceite de oliva, los aguacates y las nueces) y reduzca el azúcar. Consuma lácteos bajos en grasa y evite las carnes más grasosas, en favor de las aves y el pescado.
Planee las comidas: Comience cada semana con un plan de lo que va a comer cada día. Y prepare la mayor cantidad posible de sus propias comidas para que pueda mantener un mejor control sobre los ingredientes. Cuando no tiene un plan, es más probable que se encuentre comiendo comida rápida o en restaurantes, donde la comida es más propensa a ser alta en calorías.
No es una dieta: No piense en su plan de pérdida de peso como una dieta con una línea de meta. En su lugar, está cambiando su forma de vida. Si su plan es simplemente perder 20 libras, existe un peligro real de que recupere ese peso después. Mantener la pérdida de peso puede ser más difícil que perder el peso en primer lugar. Así que, cuando cambie su mentalidad para adoptar un estilo de vida más saludable, tendrá más posibilidades de mantener el peso perdido para siempre.
Haga ejercicio: Aunque mejorar su nutrición es la clave principal para perder peso, también ayuda ser más activo. Para empezar, puede mejorar su salud mental al aliviar los síntomas de ansiedad y depresión. Desarrollar un estilo de vida más activo no significa que necesite pasar una hora al día en el gimnasio. En las etapas iniciales, comience con una caminata rápida por el vecindario.
Hágalo social: Piense en ello como un sistema de compañeros. Encontrar a alguien más (un miembro de la familia, amigo o compañero de trabajo) que también quiera perder peso puede proporcionar un gran impulso a su esfuerzo. Los estudios han demostrado que tener un compañero comprometido le ayudará a mantenerse en el camino y a alcanzar sus metas.